Chacalada #3: ¡Vaya una ocurrencia!

La chacalada de esta semana es en respuesta a una petición de Elena Roger, de solohijos.com. ¡Muchas gracias, Elena, por contactar y contribuir con tu chacalada a este proyecto! Lo tomo como una oportunidad para hablar de las necesidades de protección y autonomía, de la idea del deber y la responsabilidad, del peso de las expectativas externas… y de cómo todo ello influye en nuestra forma de actuar y de comunicarnos.

¿Cuántas veces coartamos la autonomía de nuestrxs pequeñxs movidos por nuestros propios miedos? Esto es frecuente con lxs hijxs, pero también se puede observar en la pareja, cuando una persona toma un rol protector sobre la otra.

Sentir miedo es natural. Querer protegernos y proteger a las personas que queremos, también. Detrás de la chacalada del padre sin duda hay necesidades legítimas, que podrían ser proteger(se), cuidar(se), contribuir al bienestar del peque. Lxs adultxs muchas veces damos por sentado que sabemos lo que es mejor para ellxs. Queremos quitar los obstáculos de su camino porque nos importa que sean felices. Pero un camino sin obstáculos es un camino sin aprendizaje. Cada vez que se quita un obstáculo del camino de una persona, se le quita una oportunidad de aprender, de asumir retos, de descubrir sus propios recursos, de fortalecerse.

Es un tema delicado. Hay ocasiones en las que existe un peligro real. Por ejemplo, si nuestrx hijx pequeñx va a cruzar la calle corriendo y vemos que viene un coche, usaremos nuestra posición de autoridad y nuestra fuerza si es necesario para impedir que siga adelante con su idea de cruzar la calle. No estoy hablando de casos así. De esto tal vez hable en otro artículo sobre el uso protector y el uso punitivo de la fuerza.

En la viñeta, la respuesta del padre a la idea del peque no tiene en cuenta las necesidades de éste, que podrían ser: autonomía, valoración, creatividad, diversión. Es posible que el padre tampoco esté en contacto con sus propias necesidades (que podrían ser, como hemos dicho, proteger y protegerse) y simplemente responda de la manera habitual, de forma automática, sin plantearse mucho más. Si se llegara a una claridad sobre las necesidades de ambxs, se podrían buscar estrategias que las tuvieran todxs en cuenta.

Marshall Rosenberg decía que siempre estamos tratando de cubrir necesidades, aunque sea de forma trágica. A mí este caso me parece un ejemplo de ello. Querer cuidar a las personas que más amamos de una manera que no tiene en cuenta algunas de sus necesidades vitales; querer evitar un daño y sin darse cuenta provocar otro… Y más tarde, probablemente recibir de vuelta incomprensión y rebeldía, y lidiar con la frustración de que nuestra intención de cuidado no parece ser apreciada…

La propuesta de la viñeta en modo jirafa yo la veo como el inicio de un cambio de actitud. Quiere ser un ejemplo de una persona adulta que se hace responsable de sus propios sentimientos y le habla al peque con honestidad y claridad respecto a cómo influyen las expectativas externas en cómo se siente cuando le ve tomar la iniciativa de una forma que le asusta. De esta manera, el padre no impone su miedo a su hijx, sin más. El peque puede no tener ningún miedo ni darle importancia a lo que piensen lxs demás. El peque tiene sus propios sentimientos y necesidades, su propia vivencia de la situación.

De nuevo es una cuestión delicada y no se trata de dejar de poner límites y permitirlo todo sin cuestionar. Otro día hablamos de límites y cuidado. Sí se trata de comunicarnos con honestidad y asumir responsabilidad por nuestros sentimientos. Y también se trata de reflexionar sobre cómo nos influyen las cosas que nos decimos que debemos hacer, cómo nos decimos que tenemos que actuar como padres/madres/cuidadorxs y de qué manera se plasma todo ello en la conexión que tenemos con lxs peques. A veces ellxs no entienden que estamos pendientes de expectativas y obligaciones y nos culpan y se rebelan sin llegar a entender que lo que más nos importa es contribuir a su bienestar.

Puntos clave:

  • Proteger a alguien no equivale a retirar los obstáculos de su camino
  • Tomemos responsabilidad por nuestros sentimientos y expresémonos con honestidad, también cuando hablamos con niñxs
  • Tengamos en cuenta las necesidades y vivencia de la otra persona, no le impongamos la nuestra sin más
  • Reflexionemos sobre las cosas que hacemos «porque es nuestro deber»
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