Claves para detectar y transformar la autoexigencia

En el artículo anterior te hablaba de la importancia de diferenciar el impulso de superación personal de la autoexigencia. Ser exigentes con nosotrxs mismxs nos puede parecer una manera de empujarnos a avanzar, mas también puede ser un arma de doble filo que acabe provocando bloqueos y malestares que no contribuyen a que logremos lo que queremos.

¿Hay un punto medio entre la permisividad total y la autoexigencia?

Sí: hay alternativas y hoy quiero hablarte de algunas claves que la Comunicación NoViolenta nos brinda, muy útiles  para transformar la autoexigencia en compromiso y así avanzar en coherencia con tus valores y tratándote con cariño a lo largo de tu camino, pase lo que pase.

Clave 1: Presta atención a tus sentimientos, emociones, sensaciones físicas

Los sentimientos nos avisan cuando algo pasa y si estamos cayendo en la autoexigencia es probable que en ciertos momentos sintamos cosas como:

  • Ansiedad, tensión, impaciencia, insatisfacción…
  • Dispersión, desánimo, desmotivación…
  • Miedo, preocupación, confusión…

En definitiva, cualquier sensación corporal molesta, incómoda, desagradable… que afortunadamente está aquí para decirte: ¡Algo pasa! Si te permites vivir esa sensación, sentimiento, emoción… sin tratar de sofocarlo rápidamente (ni tampoco engancharte en plan “víctima”) puede ser una puerta de entrada a necesidades y valores importantes para ti y que no están presentes en la situación.

Clave 2: Observa tu discurso mental

Todxs conocemos esa vocecilla que pone obstáculos, pegas y dudas cada dos por tres. Aquí te paso algunos ejemplos:

  • Lo estoy haciendo mal, tengo que…  
  • Voy demasiado rápido / lento
  • No voy / soy / lo hago suficientemente bien / rápido … 
  • Ya tendría que haber logrado …
  • Siempre me pasa lo mismo
  • No tengo remedio
  • Es que yo soy… / Es que yo no soy…
  • A mí es que se me da fatal…
  • Los demás sí y yo no (son capaces, hacen, logran…)
  • Los demás no y yo sí (se estresan, se asustan, se equivocan)

¿Te suena…? Esta vocecilla puede llegar a ser muy cansina y entorpecer nuestro desarrollo. Tal vez nuestro primer impulso es deshacernos de ella, apartarla, ¡que se calle! Muy natural, cuando vemos que nos estorba… Sin embargo, esa vocecilla aparece en tu cabeza por algo, es parte de ti y te trae un mensaje valioso relacionado con tus necesidades y valores. 

Clave 3: Lleva el foco a tus necesidades

Como ves, tanto a través de los sentimientos como a través de los pensamientos, vamos a desembocar a nuestras necesidades y valores. Esto es fundamental y nos permite:

  • Centrarnos en lo que nos va a procurar bienestar en lugar de en lo que «va mal»
  • Entender para qué hacemos lo que hacemos, tomando conciencia de las capas más profundas de motivación que hay debajo de nuestras acciones
  • Buscar soluciones desde esta conciencia y foco en lo que nos hace crecer

Cuando digo necesidades me refiero a necesidades humanas universales, como por ejemplo: respeto, descanso, reconocimiento, sentido, realización, conexión, apoyo, compartir, etc. Aquí te dejo un listado.

Clave 4: Pasa a la acción: peticiones y propuestas libres de exigencia

Teniendo claro lo que te está queriendo decir esa vocecilla “cansina” y esas sensaciones corporales, y sabiendo que, además quieres avanzar y desencallar la situación, puedes pasar al siguiente paso, que sería el de la acción.

Ten presente que buscas acciones para cubrir necesidades, procura no aferrarte a estrategias concretas, libera la creatividad para abrirte a nuevas opciones.

Clave 5: Valora el avance con comprensión y enfócate en nuevas acciones

Cuando sea el momento, valora tu progreso con las acciones que te habías propuesto como si tuvieras una cita con una amiga que te cuenta lo que ha hecho hasta el momento, no como un examen o inspección en busca de faltas.

Es decir, si no has hecho algo que te habías propuesto hacer, explora con comprensión los motivos por los cuales no lo has hecho, lleva el foco a las necesidades que siguen insatisfechas, y sigue adelante planteándote más acciones desde ahí (es decir, enfocadas en cubrir esas necesidades, no motivadas por la vergüenza o el enfado por «haber hecho algo mal»).

Espero que estas claves te resulten útiles para gestionar alguna situación tuya. En el siguiente artículo comparto contigo un ejemplo paso a paso para que puedas aterrizar esta información.

2 Comentarios
  1. Lara

    Me ha encantado. La forma de dividir paso por paso ese proceso de la autoexigencia hace que (me) resulte mucho mas facil y amigable abordarlo que intentando arreglar todo el proceso de vez, que es a lo que solía estar acostumbrada («pues te pones ya, y lo haces»). Gracias mil!!

    • Noelia Jiménez

      ¡Gracias a ti, Lara, por compartir de que manera te ha servido este artículo! Me alegra mucho que al verlo así te resulte mucho más fácil abordar el proceso. Estáte atenta al siguiente artículo, donde compartiré un ejemplo mío. 😉

¿Te gusta mi contenido?

Suscríbete a mi newsletter y recibirás todas mis propuestas y nuevos contenidos en tu bandeja de entrada, ¡para que no te pierdas nada!

Como regalo de bienvenida, recibirás el ebook gratuito 3 claves para dejar de complacer y decir que no sin culpas.

Soy Noelia Jiménez, formadora, traductora y coach.

Comparto recursos para mejorar tus relaciones y tu comunicación en mis talleres, cursos y retiros

Te acompaño en tu aprendizaje e integración de una nueva forma de comunicar en mis sesiones de consultoría y acompañamiento

Contacta conmigo y te cuento más.
+34 628 125 176
noelia@palabrascomopuentes.com
Abrir chat
💬 ¿Necesitas ayuda?
Escanea el código
?