En el artículo anterior te hablé de lo importante que es escuchar a nuestro cuerpo, dar espacio a nuestros sentimientos, reconocerlos, vivirlos, para poder identificar nuestros propios límites y actuar en consecuencia. Sin embargo, la cosa no termina aquí. 

Es importante tomar el sentimiento (sea cual sea) como un aviso e indagar en las necesidades que están insatisfechas y que son el origen de lo que estamos experimentando. 

Así, después de conectar con nuestro sentir y darle espacio, podemos preguntarnos:

¿Qué necesito yo? ¿Qué es lo más importante para mí en esta situación?

Aquí es donde entra en juego una de las diferenciaciones clave de la Comunicación NoViolenta: necesidades / estrategias. Cuando hablo de indagar en las necesidades, me refiero a necesidades humanas universales, valores. Y es muy importante distinguir estas de las estrategias concretas.

Cada situación es diferente; únicamente cada persona sabe qué necesita realmente. En mi experiencia personal, cuando he vivido situaciones en las que he querido poner un límite he descubierto necesidades y valores como, por ejemplo:

Seguridad (afectiva o material), protección, autocuidado, cuidado, reafirmación, igualdad, equilibrio, respeto, paz, preservar mi tiempo y mi energía, delicadeza, consideración, integridad, autorrespeto, coherencia, autonomía, libertad de elegir, estabilidad, ser vista, ser tenida en cuenta.

Si en lugar de necesidades nos vienen a la mente cosas concretas, podemos preguntarnos, y si eso se diera ¿qué me aportaría? Y así vamos a las necesidades a partir de las estrategias. 

Una vez tenemos las necesidades claras, es el momento de buscar acciones que nos sirvan. 

Podemos preguntarnos:

¿Cómo me voy a cuidar YO? ¿Qué acción puedo llevar a cabo YO para cubrir mi necesidad?

Cuando hablamos de límites, me refiero a una situación en la que un acuerdo no es posible o se ha roto sistemáticamente y hemos llegado a un punto en el que, si seguimos igual, nos hacemos daño. 

Si no estamos en este punto y hay posibilidad de llegar a un acuerdo, hablaremos con la otra persona y trataremos de buscar estrategias que nos sirvan a las dos.

En el caso de un límite es importante empoderarse y buscar una acción que puedas realizar tú mismx, independientemente de que la otra persona esté de acuerdo o no, que no requiere su consentimiento ni su participación.

Es como poner una cinta protectora a tu alrededor, más que insistir en que la otra persona haga algo que no está dispuesta a hacer o que sencillamente no sabe o no es capaz de hacer.

Por eso en CNV hablamos de “límites desde el yo” frente a “límites al tú”.

Te doy un ejemplo para aterrizar mejor esta información.

Laura lleva unos meses teniendo una relación con David. Ella preferiría tener una relación exclusiva con él, pero él quiere una relación abierta.

Ella lo sabía desde el principio y aún así decidió probar, porque David le gusta mucho y piensa que esta situación no tiene por qué ser un problema. Ella no se considera una persona celosa ni controladora.

Van pasando los meses y David va conociendo a otras personas, y cada vez tiene menos tiempo para compartir íntimamente con Laura.

A veces Laura le hace propuestas para hacer cosas juntxs y se encuentra con que David tiene casi todos los fines de semana ocupados, con planes con otros vínculos.

Laura empieza a sentirse incómoda con esta situación, y esto se manifiesta de muchas maneras a nivel emocional: tristeza, enfado, frustración, desánimo.

Expresa a David cómo se siente y lo van hablando un tiempo, mas las cosas no cambian y ella se da cuenta de que no puede vivir bien esta situación.

Laura llega a la conclusión de que seguir igual sería seguir exponiéndose a un daño que no quiere vivir. Necesita consideración, atención, proximidad, seguridad afectiva, tranquilidad, facilidad, y en esta situación no se está dando.

Le cuesta tomar la decisión pero un día se da cuenta de que quiere poner fin a esta relación. No es un paso fácil, mas al cabo de unas pocas semanas siente alivio.

Le expresa su límite a David: lo han hablado durante meses y siguen sin darse las ocasiones de verse y compartir que a ella le gustaría, y varias necesidades suyas están quedando sistemáticamente no cubiertas.

Así que, a pesar de que valora otras cosas de la relación, decide dejar de quedar con él.

Es una situación triste, cuando llegamos a toparnos con un límite. Tomar una decisión así no es fácil, mas me consta que Laura (nombre ficticio) consiguió así cubrir sus necesidades, cuidarse y salir de una situación que la estaba dañando y bloqueando.

Y David pudo seguir cuidando las necesidades que cuida cuando opta por vivir sus relaciones amorosas así: libertad, coherencia con sus ideas y valores, respeto de sí mismo.

Espero que este texto te haya resultado útil. Si quieres puedes contarme en comentarios. En el siguiente artículo te hablaré de cómo la cultura, la experiencia propia a lo largo de la vida y la dimensión estructural influyen sobre nuestra capacidad de identificar nuestros límites, expresarlos con cuidado y actuar en consecuencia.

Si quieres trabajar el "no" y los límites conmigo desde la perspectiva de la CNV, es uno de los contenidos fundamentales del Programa Foco y Corazón.

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