Este es el segundo artículo de una serie sobre expresión honesta que he titulado Cómo expresar mis emociones sin herir.
En el artículo anterior te decía que expresarte con honestidad no quiere decir “quitar el filtro” y soltar lo que sea, sin que importe quien tenemos delante.
Buscamos una honestidad cuidadosa. Recuerda que enfrente hay otro ser humano…
En lugar de lanzarle tus juicios y acusaciones alegremente, puedes hablarle de tus sentimientos y necesidades. De lo que es más importante para ti.
Ahora quiero presentarte el modelo de la Comunicación NoViolenta para la expresión honesta, y contarte de qué manera se enmarca en el flujo del diálogo.
Voy a empezar con un ejemplo de expresión honesta sin filtro:

¿Qué tenemos aquí? ¿Qué está mostrando la persona que habla?
- Juicio, acusación, desvalorización, inducción de culpa.
- Presunción de mala intención o que a la otra persona “le da igual” la salud del niño.
Por supuesto, detrás de esta expresión hay sentimientos y necesidades. Si desarrollamos nuestra capacidad de empatizar, podremos intuirlos más fácilmente.
Pero lo cierto es que no están expresados con claridad, y que no todas las personas tienen la capacidad o la presencia para escuchar con empatía este tipo de expresiones.
Al contrario, es una frase bastante incendiaria y lo más probable es que la respuesta eche más leña al fuego.
¿Cómo podemos ponérselo más fácil? ¿Buscar una expresión más pacífica y constructiva?
Vamos a ver cómo podrías expresar lo mismo de forma que la otra persona te entienda. Como mínimo, que le den ganas de quedarse a escuchar y tratar de comprenderte.
Te pongo otro ejemplo:





¿Qué tenemos aquí?
- Expresión clara de sentimientos y necesidades, de lo que es más importante para la persona.
- Una dosis de empatía (muestra a la otra persona que ve su intención positiva y entiende por qué hace lo que hace).
- Propuestas que buscan tener en cuenta ambas partes
- Flexibilidad
Con estos elementos es mucho más probable que la otra persona entienda qué es más importante para ti (y se despierte su curiosidad y sus ganas de contribuir) que si le vas con juicios y acusaciones, en cuyo caso su respuesta lógica será protegerse y ponerse a la defensiva.
Por supuesto, esto no son ciencias exactas y, como siempre te recuerdo:
Ninguna fórmula ni modelo puede sustituir la sensibilidad y la presencia atenta.
Eso es lo que te permitirá ir viendo cómo lo está tomando la otra persona para ver si necesitas aclarar o rectificar algo.
¡El diálogo es un arte! Y hablando de diálogo, también quiero recordarte que la expresión honesta funciona mejor si la enmarcamos en un flujo comunicativo donde también esté presente la empatía y la autoempatía.
Es decir: además de expresarnos:
- Damos espacio a que la otra persona se exprese
- Mostramos con nuestras palabras que la estamos escuchando
- Nos damos espacio para notar cómo estamos con lo qué está pasando en el diálogo.
Todo esto, para no perder el norte y cuidar la conexión.
Para ayudarte a entender esto, te recomiendo leer este artículo sobre el flujo del diálogo, que incluye un diagrama que espero te aporte claridad.
En el próximo artículo, te hablaré de la vulnerabilidad y la confianza, ingredientes indispensables en una comunicación honesta que pone en valor la conexión humana, enfocada al entendimiento y la cooperación.
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